Resumen
Los movimientos sociales jugaron un papel fundamental en la
respuesta social al sida, especialmente en sus inicios y ante la inmovilización
gubernamental. Grupos sociales históricamente excluidos
tuvieron que enfrentar la mayor presencia del sida entre sus miembros
y mediante inéditas estrategias de educación y promoción de la
salud, buscaron revertir la doble estigmatización que cobraba mayor
fuerza. Tomando como ejemplo un colectivo con trabajo en la ciudad
de Monterrey, Nuevo León en México, Miguel García Murcia analiza
esta vertiente. (Extraído de la introducción)