Resumen
En 1992, las ciudades fronterizas de El Paso y Ciudad Juárez se reunieron en el puerto internacional de la frontera entre Estados Unidos y México para realizar una vigilia contra el sida. El gesto sirvió para concienciar a las ciudades sobre el sida, al demostrar la responsabilidad compartida y las conexiones entre las naciones en la lucha contra la epidemia. A menudo olvidada en los estudios históricos sobre el sida, la región fronteriza constituye un importante ejemplo de epidemia con efectos transnacionales. Sin embargo, la interdependencia de la frontera exigió colaboración transfronteriza para gestionar el efecto del virus. Las iniciativas preventivas de los grupos, apoyadas por organizaciones que defendían una estrategia sanitaria binacional, enmarcaron retos y resistencia de los afectados por el sida como una experiencia colectiva. Este artículo demuestra cómo el activismo en la frontera entre Estados Unidos y México surgió en un momento crítico de la epidemia y refleja un enfoque binacional de la salud y la solidaridad.