Resumen
Objetivo/antecedentes: Mozambique es uno de los países con más alta prevalencia de infección por virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y tuberculosis, con una prevalencia estimada del 10,8%, llegando en la provincia de Gaza al 25,1%. Evaluamos el funcionamiento de uno de sus centros. MÉTODOS: estudio descriptivo retrospectivo de una cohorte de pacientes VIH en seguimiento en el Hospital El Carmelo (Chokwé-Gaza), especializado en VIH-tuberculosis. Se analizaron los datos de actividad comprendidos entre 1 de enero y 31 de diciembre del 2014. RESULTADOS: Se encontraban en seguimiento 9184 pacientes con infección VIH, con predominio de mujeres (5876, 63,9%). En el cribado, se diagnosticaron 2392 nuevos pacientes VIH positivos (test serológico positivo o hijos de madres seropositivas). Estadio de la OMS: 3534 pacientes en estadio I, 2335 en estadio II, 2487 en estadio III, 340 en estadio IV. 8057 (87%) recibían terapia antirretroviral (TAR) (5270 mujeres y 2787 hombres), iniciándose el mismo a lo largo del periodo en 2031 pacientes (84,9%). La distribución por edades de los pacientes en TAR era: menores de 5 años, 109 (55 femenino, 54 masculino), entre 5-14 años, 501 (217 femenino, 284 masculino), entre 14-24 años, 370 (262 femenino, 108 masculino); entre 25-49 años, 5182 (3621 femenino, 1561 masculino); mayores de 49 años, 1895 (1115 femenino, 1561 masculino).En cuanto a las líneas terapéuticas, 7549 recibían fármacos de primera línea (triple terapia con tenofovir, lamivudina, zidovudina, estavudina, nevirapina o efavirenz) y 508, tras fracaso inmunovirológico, segunda línea (2 análogos de nucleósidos con inhibidor de proteasa). En los rastreos realizados, se diagnosticaron 998 infecciones de trasmisión sexual y 883 casos de enfermedad tuberculosa de los cuales, 48 (5,43%) eran tuberculosis multirresistente (diagnostico por técnica molecular o cultivo). Del total de pacientes, 2145 estaban en el programa de integración alimentaria; de ellos, 626 presentaban un IMC < 18,5. Hubo 283 fallecimientos, mayoritariamente hombres (156). Se siguieron 108 mujeres embarazadas, de las cuales 70 iniciaron TARV por motivo del embarazo. Se registraron 223 recién nacidos (hijos de mujeres dentro del programa, o inicio de seguimiento en periodo neonatal), con 7 casos de trasmisión vertical confirmada (3,58%). CONCLUSIONES. A pesar de las limitaciones, zonas con pocos medios pueden realizar un seguimiento adecuado, proporcionando herramientas necesarias para un buen control inmunovirológico y disminuir así las complicaciones, la mortalidad y la tasa de trasmisión vertical. El retraso del diagnóstico precoz, así como la prevención primaria, y la tasa de trasmisión vertical, continúan siendo deficientes. (Extraído del documento)