Resumen
El cuidado de enfermería para las personas que viven con VIH/SIDA ha evolucionado a desde los inicios de la epidemia de manera significativa, han transitado de un enfoque biomédico hacia un paradigma centrado en la persona. Sin embargo los avances biomédicos y farmacológicos que si bien es cierto han convertido al VIH en una condición que encaja en la cronicidad y esta si es manejable, aún persisten barreras relacionadas con estigma, discriminación y cuidado deshumanizado que sin duda inciden en la adherencia al tratamiento y en la calidad de vida.
En este ensayo se analiza críticamente la integración de la empatía y la humanización visto como un imperativo, claves o componentes esenciales del cuidado holístico de enfermería en personas con VIH. A través de una reflexión fundamentada en la evidencia disponible, se problematiza la tensión entre la eficacia de la dimensión técnica y la dimensión humana del cuidado, cuestionando si la competencia clínica sin empatía es suficiente para lograr resultados óptimos en salud. Se argumenta que la empatía no es un atributo opcional sino un requisito ético fundamental que influye directamente en la adherencia al tratamiento antirretroviral altamente activo (TARAA), la reducción del estigma internalizado y los resultados en salud mental. Se reconocen las barreras sistémicas como la sobrecarga laboral y el síndrome de burnout, por último se integran estrategias para integrar humanización y eficiencia en la práctica diaria del cuidado holístico.