Resumen
El estigma social y la discriminación son solo dos de los efectos producidos como consecuencia del quebranto de la salud generado por el contagio del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). La persona clave en esta investigación, Julissa, quien es una mujer de cuarenta y seis años, procedente del municipio de Ilopango, El Salvador, fue diagnosticada con VIH once años atrás. Se analizó la construcción sociocultural de la experiencia de vivir con VIH en mujeres, examinando los factores psicosociales, simbólicos y relacionales que configuran dicha vivencia. Se adoptó el interaccionismo simbólico como marco teórico-metodológico, priorizando el estudio de las interacciones sociales mediadas por sistemas simbólicos (significados, roles y narrativas compartidas). Este enfoque permitió interpretar las prácticas discursivas y conductuales de la participante (Julissa) como productos de negociaciones simbólicas, así como examinar la influencia de sus redes de soporte contextuales: ámbito familiar (cónyuge), asociación de pacientes, vínculo interpersonal (Luciana). Bajo el paradigma cualitativo, se reconstruyeron las dimensiones subjetivas de la experiencia, mediante el análisis situado de los entornos de socialización y la identificación de patrones de interacción simbólica en microcontextos. Entre los hallazgos clave se destacan el sólido apoyo y la comprensión brindados por su esposo. En el caso de Julissa, se observa un fenómeno de autoestigmatización: el temor a la discriminación de la condición psicológica, lo que la lleva a renunciar a informar sobre su diagnóstico tanto a su hija como a otros familiares. Esta situación evidencia la necesidad urgente de intervención psicológica para abordar posibles repercusiones emocionales.