Resumen
La transmisión del virus de la inmunodeficiencia humana(VIH) atribuida al tatuaje ha sido sugerida y es teóricamente posible. Es por ello, que desde el comienzo de la pandemia se consideró la realización de tatuajes un factor de riesgo. Sin embargo, debido a que la mayoría de los ensayos se realizaron en población carcelaria donde coexisten otros factores de riesgo diferentes de la realización de tatuajes, la relación causal entre esta práctica y la infección con el virus de la inmunodeficiencia humana sigue careciendo de suficiente evidencia. El objetivo del trabajo fue determinar la prevalencia de infección por VIH en esta población y la relación de la misma con el tipo de tatuaje. Se incluyó a todos los pacientes que concurrieron al Hospital de Quemados “Arturo U. Illia” para la remoción de tatuaje/s en un período de cinco años. Se les determinó anticuerpos anti-VIH 1 y 2 y antígeno P24 en suero. Se indagó por medio de una encuesta autoadministrada: sexo, edad, el tipo de tatuaje (profesional o casero), el número de los mismos, el hábito de drogadicción endovenosa, las prácticas sexuales no seguras y la reclusión carcelaria. Se excluyeron aquellos que reconocían estas tres últimas características. Se incluyeron 334 pacientes, de los cuales 205 (61.3 %) fueron varones y 129 (38.7 %) mujeres. La edad promedio resultó 24.6 años (rango 17,0 a 42,3 años). La detección de anticuerpos antiHIV1 y 2 y Ag P24 fue negativa en todos los individuos incluidos. La población estudiada en el presente trabajo no incluye ningún paciente con antecedentes de reclusión penitenciaria, uso de drogas inyectables o prácticas sexuales no seguras. El único factor de riesgo de los reconocidos es la realización de uno o varios tatuajes. No se encontró ninguna asociación entre estas prácticas estéticas y la adquisición de VIH.