Resumen
El contexto globalizado actual presenta una tensión entre el derecho a la salud de las personas y las atentes medicinales de las industrias farmacéuticas multinacionales. Resulta insoslayable la responsabilidad del Estado en garantizar el ejercicio de los derechos humanos, conciliando los intereses contrapuestos y reconociendo la función social de la propiedad intelectual y el derecho a participar en los beneficios del desarrollo científico. El VIH/SIDA como pandemia global expone
con crudeza esta tensión, que exige como tal una respuesta global y coordinada entre los diferentes actores sociales implicados, que posibilite acceder a asistencia sanitaria a quienes padecen la enfermedad. (Resumen extraído del artículo)