Resumen
El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, o sida, una afección del sistema inmunológico que, por ahora, aún no siendo mortal, es crónica y afecta a la calidad de vida de los pacientes. Sin duda el tratamiento fisioterapéutico es una manera de mejorar la calidad de vida de los pacientes. En este sentido y dado que uno de los factores importantes en el seguimiento de la evolución de la enfermedad es la fatiga, todos aquellos mecanismos que podamos establecer como fisioterapeutas para disminuir esta sintomatología ayudarán al bienestar del paciente. Para minimizar y prevenir los efectos de la fatiga en el organismo, se vienen empleando distintos agentes físicos y procedimientos fisioterapéuticos: crioterapia, electroestimulación, masoterapia e incluso otras técnicas llamadas “alternativas”. Se ha sugerido que el ejercicio físico (aeróbico y de resistencia muscular) puede ser beneficioso y mejorar la calidad de vida de sujetos con sida, pero es necesario llevar a cabo más investigaciones para determinar los parámetros óptimos de trabajo; así, en función del estado vital del paciente, se podrán establecer los protocolos de ejercicio físico adecuados, dirigidos por profesionales de la fisioterapia. (Resumen extraído del artículo)