Resum
Con gran esfuerzo y después de mucho perseverar, los derechos de las personas con VIH se hicieron visibles en una de las instituciones más difíciles de trasformar: el Ejército Mexicano. Luego de un litigio de años y el suficiente ruido mediático, se logró evitar que los militares seropositivos fueran dados de baja en un claro acto de discriminación. Sin embargo, la victoria definitiva está lejos de haberse conseguido, pues en la práctica, los elementos militares que tienen la infección viven limitados en sus derechos.