Resum
Resulta de gran importancia el estudio de la solidaridad y la empatía con los pacientes de VIH con el fin de invertir las consecuencias que el estigma genera. Un estigma que, además de quebrantar un derecho básico, dificulta la puesta en práctica de conductas útiles para la mejora de las condiciones de vida de los enfermos. Como la no realización de la prueba de VIH por temor a las consecuencias, una mayor demora en la búsqueda de tratamiento, una menor búsqueda de apoyo social para no revelar su situación y una menor adherencia al tratamiento. En este trabajo se ha analizado la relación entre las respuestas de 120 estudiantes, entre 18 y22 años ( X = 19,8; DT=1,33) de la Universitat Jaume I de Castellón al cuestionario de personalidad NEO-PI-R (Costa y McRae, 1992) y los ítems relacionados con el componente de solidaridad incluidos en el Cuestionario de Prevención del Sida (CPS) (Ballester, Gil, Guirado y Bravo, 2004) El análisis de las correlaciones mostró, por una parte que las personas que tienden a experimentar más afectos y emociones negativas y que tienden a ser más dominantes e influyentes socialmente suelen atribuir mayor sufrimiento a los enfermos de VIH. También se han hallado correlaciones significativas de signo positivo entre “amabilidad” (personas con altas puntuaciones en esta dimensión suelen ser sensibles a las necesidades de los demás y se preocupan por el bienestar de los demás) y el ítem: “¿hasta qué punto piensas que la sociedad debería ser más comprensiva y solidaria con los enfermos de VIH?”. Por otra parte, en el ítem “si te enteraras que un amigo tuyo es portador de VIH” se ha encontrado que las personas que puntúan alto en “extraversión” eligen las alternativas que denotan una mayor solidaridad. Por último, las personas que puntúan alto en “valores” que por lo general tienen buena disposición a considerar los valores sociales tienden a responder en mayor medida que sí cuidarían de un amigo enfermo. (Resumen de los autores