Resum
En México existen pocos estudios que aborden de forma equiparable el manejo sociocultural de las epidemias asociadas con la transmisión sexual. Por ello, el objetivo del presente artículo es ilustrar, comparativamente, mediante una reflexión sociohistórica inferida de la recolección de datos de gabinete, cómo la sífilis y el VIH se relacionan con determinadas prácticas sexuales que transgreden al orden binario sexo-genérico heteronormativo: dos sexos opuestos-complementarios, con sus consecuentes roles de género para la reproducción de la especie. Así, la sífilis es identificada con el cuerpo de aquellas mujeres que contravienen los imperativos de la asistencia familiar y de la reproducción: la mujer sexualmente activa, localizada en la prostitución femenina; mientras que el VIH se asocia con el cuerpo del varón homosexual, específicamente con su deseo hacia el mismo sexo, juzgado como antinatura. Como se apreciará, las legitimaciones de este orden conllevarán a que sean estigmatizados quienes portan estas infecciones, y serán señalados como los culpables de la enfermedad. Por consiguiente, se tratarán de infecciones que expondrán a las víctimas propiciatorias de nuestra sociedad.