Resum
Anabella Barragán nos muestra una relación peculiar
en el padecer del sida y el hecho de que se ha transformado en un padecimiento crónico, se trata del dolor. Si bien el vih se puede tener
bajo control en el organismo, el sida puede acompañarse de otros
padecimientos que se le asocian, incluso, el mismo tratamiento tiene
ciertos efectos que acompañarán al portador durante su vida. Así, el
dolor se convierte con frecuencia, en una experiencia recurrente o potencial
que debe analizarse. (Extraído de la introducción)