Resum
La rápida expansión de la pandemia del sida, y la ineficiencia de los gobiernos (Perlongher 1988), hicieron que, desde una posición activista, política y artística, se configuraran en el mundo iberoamericano diferentes colectivos locales que llevaron a cabo diferentes acciones y campañas de concienciación y prevención de la enfermedad a través de distintas acciones y experiencias artísticas. En 1992, tras la realización del taller "La voluntad residual: Parábolas del desenlace", impartido por Pepe Espaliú en Arteleku, surge el colectivo "The Carrying Society", cuyo principal objetivo era realizar proyectos enfocados en la crisis abierta por el sida en España (Aliaga y Cortés 1993, Arriola 2016, Alcaide 2018). Con este mismo propósito, y sobre todo, como alternativa a la pasividad del gobierno central español ante la crisis abierta por el sida, surgen también los colectivos LSD y la Radical Gai. Unos años antes, entre 1984-1985 se constituye en Argentina el Grupo de Acción Gay (GAG), colectivo encabezado por las figuras de Jorge Gumier Maier y Marcelo Pombo, a partir del avance de la crisis del sida en la ciudad de Buenos Aires (Lemus 2017). En los mismos años, en concreto en 1984 en la ciudad de México DF, ante la desinformación y el odio generado en torno a la epidemia, el artista mexicano Antonio Salazar funda el Taller Documentación Visual (TDV), en la Academia de San Carlos, erigiendo un discurso visual basado en la desestigmatización y la concienciación social alrededor de la enfermedad. En este capítulo nos proponemos realizar un ejercicio de memoria, a partir de un estudio comparado entre los colectivos de los tres países citados. Una puesta en valor de la labor de concienciación social y educación que cada una de sus acciones artísticas supusieron para la sociedad, ante la inmovilidad gubernamental de cada uno de estos países.