Resum
Este trabajo tiene el objetivo de explorar cómo se
desarrolla y se experimenta el estigma en los cuerpos
de las personas, bajo dos miradas. La primera busca
cuestionar la realidad, el símbolo y la metáfora del vih en los
cuerpos de millones de personas y cómo se ha manejado el
tema a nivel religioso. La segunda quiere dialogar con la realidad
del estigma desde la perspectiva bíblica, con relatos tanto de la
Biblia Hebrea como del Nuevo Testamento. El trabajo se divide en cuatro apartados. El primero
ofrece una introducción general a la temática del estigma y los
textos bíblicos. En el segundo apartado ofrecemos una breve
introducción al tema de la santidad, pureza e impureza en la
Biblia Hebrea y en el judaísmo, como trasfondo para el estudio de
los textos bíblicos. En el tercer apartado, Violeta Rocha presenta
a Miriam, profeta, cantora, líder y leprosa, donde el cuerpo de
esta mujer es mediado e interpretado por el lenguaje. A través
del relato de Nm 12 se invita a estudiar, analizar e interpretar el
texto desde la experiencia de cuerpos excluidos y estigmatizados
y así, explorar las distintas visiones y tradiciones alrededor de
Miriam y el pueblo. En el cuarto apartado Heydi Galarza trabaja
el texto de Mt 8,1-4 donde el personaje no tiene nombre, es “el leproso”. Para comprender la situación de esta persona se realiza
una caminata por el evangelio de Mateo y su contexto. Desde allí
se mostrará que la realidad de la lepra está íntimamente unida a
la de la pureza y la impureza, y cómo el aparato ideológico de
las leyes judías se mantenía en la mente y la actuación de los
judeocristianos del siglo I. Desde esta narración se mostrará el
tipo de transgresiones que los personajes del relato realizan para
que haya un cambio en el cuerpo del hombre con lepra.
Cada uno de estos apartados termina “retornando a la
realidad”, donde las autoras plantean miradas hacia el cuerpo,
el vih y el estigma como dimensiones de una sola realidad.
Desde allí, y junto a la riqueza de los textos bíblicos, proponen
la deconstrucción y la reconstrucción, tomando en cuenta al
cuerpo como punto de partida, porque los cuerpos son capaces
de mostrar espacios para nuevos paradigmas vitales a nivel
cultural y religioso. Está reconstrucción y recreación ya no se
basa en temores ni en ideas de amenaza y protección, sino en
diálogos, en acercamientos y en encuentros. (Extraído del documento)