Resumen
Objetivos: describir y analizar las construcciones que un grupo de informantes tiene acerca de sus formas cotidianas de relación social a partir de su diagnóstico positivo al virus del VIH. Material y Método: investigación cualitativa y descriptiva. Se realizaron etnografías y entrevistas en profundidad a ocho hombres diagnosticados como seropositivos que referían mantener prácticas sexuales exclusivamente con mujeres, la investigación se centró en describir cuáles eran las principales formas de convivencia y organización familiar que realizaban y a partir de ello, analizar si existían estrategias de atención y cuidado una vez conociendo el diagnóstico positivo al VIH. Resultados: todos los casos hicieron énfasis en la importancia que tiene el recibir apoyo del grupo nuclear primario (hogares nucleares y extensos), sin embargo, se observó que en la práctica, es recurrente mantener el anonimato de su diagnóstico o en su defecto, anunciar la adquisición de algún otro tipo de enfermedad por miedo a la exclusión o estigmatización que se ha construido en torno al VIH y el SIDA. Conclusiones: En todos los casos, las relaciones de pareja se presentan entre las más relevantes, pues puede convertirse en una motivación o en un obstáculo. El diagnóstico de VIH marca un parteaguas en la vida social del infectado, pues además de incluir las relaciones de pareja en algunos casos hasta la ruptura, también afecta a los hijos. El VIH tiene un carácter estigmatizante, provoca reacciones negativas de rechazo y discriminación hacia los infectados, razón por la cual muchos deciden mantener el anonimato de su infección, entre amigos, familiares y compañeros de trabajo. Los informantes generan acciones de autoaislamiento en mayor o menor medida y frecuentemente evitan crear redes sociales que los comprometan a desvelar su situación de salud, sin embargo se observa que son los vínculos y redes que han creado dentro de su entorno social, lo que ha permitido mantener estable su salud y con esto, mejorar su calidad de vida.