Resum
Fundamentos: Las intervenciones de promoción de
la salud sexual y prevención de la infección por VIH y
otras de transmisión sexual (ITS), no están siendo suficientemente
efectivas. Analizamos las conductas de riesgo,
la eficacia de las campañas, y la efectividad de los
canales, para determinar las claves estratégicas de una comunicación
eficaz, con el objetivo de identificar los puntos
críticos y oportunidades de mejora, para promover
cambios de conducta y adopción de estilos de vida saludables
dirigidos a prevenir las infecciones.
Métodos: Se analizó el público objetivo, los canales,
la terminología utilizada en los medios de comunicación,
las campañas y las encuestas sobre conductas. Se completó
el análisis mediante la técnica de investigación cualitativa
de Grupos de Discusión, formados por jóvenes entre
16-18 años, y hombres que tiene relaciones con otros
hombres (HSH).
Resultados: Los jóvenes no disponen de información
de calidad y no distinguen las fuentes fiables para
tomar decisiones. La terminología utilizada en los medios
no responde a la situación epidemiológica actual. Las
campañas pasan desapercibidas, los mensajes son generalistas,
los canales no son apropiados y no consiguen cambios
de conductas. Los grupos de discusión son muy útiles
para analizar los puntos críticos y las percepciones, que no
se pueden medir con métodos cuantitativos.
Conclusiones: Se ha detectado “desinformación”
que impide que lleguen los mensajes de prevención a la
población. Es necesario un nuevo modelo de comunicación
para la prevención, con la participación del público
objetivo que dé visibilidad al problema, trasmita información
de calidad, incluya la formación de los comunicadores,
adaptando los mensajes y los canales, y la evaluación
de las intervenciones mediante grupos de discusión.