Resum
El VIH ha cambiado de forma radical en los últimos años: ha pasado de una enfermedad necesariamente mortal a convertirse en una patología que se puede considerar como crónica gracias al tratamiento antirretroviral (TAR). Además ha mejorado el conocimiento sobre las vías de transmisión, la interacción entre el virus y el sistema inmunológico, y el papel de los fármacos antirretrovirales se ha ampliado al demostrarse su eficacia para prevenir la transmisión, pero sigue existiendo estigma y discriminación. Los objetivos de la OMS del 90- 90-90 son ambiciosos, pero en el proceso de su consecución, se ha ampliado de forma considerable el acceso del TAR a buena parte de las personas que viven con VIH, lo que se ha traducido en un descenso del número de nuevos casos de VIH especialmente en los países donde la prevalencia es mayor. El conseguir diagnosticar lo antes posible el VIH es fundamental para mejorar la supervivencia y la calidad de vida de las personas que viven con VIH y para prevenir la transmisión, de ahí que este sea uno de los retos más importantes en estos momentos.